

El factor que nos lleva a desencajar la multitud de nomios para que no se reagrupen no son las porras, esas sólo las utilizamos para mojarlas en el café. Somos más pacíficos y simplemente dispersamos los nomios a través del lápiz y en una hoja de papel. Hazlo con nosotros y siéntete con el suficiente poder como para ponerlos en su sitio. Saca tus ideas, medítalas, actúa.