

Después de mucho sufrir, igualamos el marcador, gracias a un solitario gol de nuestro delantero. El sistema de nuestro rival no ha podido aguantar las embestidas de nuestro equipo, desfalleciendo al final y permitiendo nuestra igualada. El regocijo es grande en nuestras filas, la pesadumbre también lo es en nuestros oponentes.