foto ¡Horror!
¡Horror!
Nos volvemos catastrofistas en nuestra última aventura mediática. Sólo vemos el lado negativo de las nubes negras o de su ausencia prolongada. Nos orinamos en los pantalones al pensar en la gran tormenta, quizá encontremos algo más dentro de nuestras sucias ropas. Nos atrevemos a decir que aquí ya huele fatal.