

Ya estáis infectados, aunque aún no lo sabéis. Nuestro germen patógeno ha llegado a vuestras casas, lo habéis tomado y lo estáis incubando. Dentro de poco se extenderá a todo el mundo gracias a vosotros mismos, ingenuos portadores de nuestro concepto. No estornudéis u os descubrirán y no os permitirán esparcir nuestra semilla.