

Después del cohete, llega la adrenalina. Invade tu cuerpo
por completo una vez ves los pares de astas aproximándose hacia ti. Retiras la
mirada, enfocando al frente y a tus pies y regresas a la primera imagen, aunque
ahora distorsionada con su cercanía. Ya no hay vuelta atrás, son ellos o tú.Nuevo vídeo de Ciencias sociales / La arquitectura romana I