Invaden nuestros acalorados pueblos, aunque este año quizá no tanto en cuestión de temperatura, no de festividad. Las conocidas actividades que se celebran poco cambian de una año a otro, aunque si se observa una evolución a muy largo plazo. La tradición, la cultura rural se despliega durante una semana, tiñendo las calles de blanco y rojo. Sólo desearos... ¡qué disfrutéis!