Llega el otoño, con sus días grises y las esperadas lluvias. Las precipitaciones serán más constantes y no tan estrepitosas y repentinas. Los días se acortan y el sol brilla con menor intensidad. Las hojas de los árboles caen al suelo y los marrones y ocres inundan los paisajes. Decimos adiós al calor, o mejor: "hasta el año que viene".